OPINIÓN | Por Mario Mora
Yo no sé qué hay que hacer ya para que los grandes ciclos cuenten con más artistas nacionales. Es algo que en España llevamos reclamando mucho tiempo, que músicos como Aarón Zapico han materializado en campañas concretas, y que hoy en día estaría solucionando muchos problemas.
Me consta que algunos trabajadores de los transatlánticos musicales, de esos ciclos que ocupan altos porcentajes de las programaciones de las grandes salas, han sugerido a los mandamases que es el momento de contar con esos tesoros nacionales que están a la espera de una gran oportunidad. Pero estos trabajadores, que actúan al tiempo de gestores adjuntos, de secretarios, de taxistas o de impagables asesores, por desgracia, son escuchados muy poco.
No sé – y si lo sé, prefiero no creérmelo – qué interés hay siempre en llamar al Vratisvalov o al Hartzman de turno, en vez coger el listín de teléfonos sin prefijo. Creedme, no es patriotismo. Pero hay Pérez o Garcías que lo hacen igual de bien.
Si se hubiesen aumentado las contrataciones de músicos de aquí, justo en estos meses, se habría ayudado enormemente a esta situación de abandono, de desprecio a través del silencio, de esa orfandad profesional que están – que estamos – viviendo el gremio artístico-escénico de este país. Pero es que además se habrían evitado decenas de cancelaciones, como está ocurriendo todas las semanas, por esos artistas que vienen de lejos y cuyos viajes no están asegurados.
Pero si no ha sido ahora, ya no sé cuándo.
Columna de opinión extraída del programa El Búnker 35
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