Escucha el artículo al comienzo de este audio:

OPINIÓN | Por Mario Mora

El pasado fin de semana organizaron los de Reinventa tu Educación un evento muy interesante para estudiantes. El fin era directo: trabajar en la creación de metodologías para buscar mejoras en la educación a través de distintas ramas planteadas.

Este objetivo no es nada naíf. Llevamos años quejándonos de la problemática de la educación en España, y por fin se les da a los propios alumnos la voz y las herramientas para proponer cómo afrontar las mejoras necesarias para esa Idea de educación que cada uno tenemos en nuestro mundo inteligible particular. Entre los retos planteados: uno sobre Educación Artística y otro sobre Educación Musical. Pero… ¿dónde estaban los estudiantes de música?

Allí, desde luego no. Salvo honrosas y aplaudibles excepciones que se contaban con los dedos de una mano, los estudiantes de música (véase enseñanzas profesionales o superiores) dedicaron el sábado a otra cosa que a proponer alternativas y mejoras en la educación musical. A otra cosa que a disfrutar de los consejos y de las enseñanzas de expertos como Cibrán Sierra, un pedagogo excepcional y un músico sobre el que no hace falta decir nada más; Estrella Sánchez, una profesora con mucho que aportar; o Ana Laura Iglesias, que no vamos a hablar bien de ella porque está aquí delante, entre otros expertos que Reinventa tu Educación puso a disposición de los estudiantes allí presentes.

Está muy bien movilizarse, hacer manifiestos y huelgas, o gritar verdades a las puertas de los que mandan. Pero no sirve absolutamente de nada si detrás de esas quejas no existen unas propuestas debatidas, repensadas y construidas con una arquitectura de pensamiento sólida. Si una institución da una oportunidad así, con facilitadores y formadores, la excusa para no asistir al evento se reduce al mínimo.

Me preocupa ver estudiantes que no luchan por el futuro si no por el presente, que no se dejan la piel por el día de mañana sino por su examen de ayer, o que no son conscientes de que el público de la música, si no lo regeneramos, se nos muere.

Y todo seguirá siendo una rueda desastrosa en la que la falta de concienciación y de acción será una dominante que nunca podrá resolver en su tónica.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here