Opinión. Por Mario Mora.
No es muy popular, en los días que corren, defender los agentes relacionados con la órbita del poder. Sé que muchos no estaréis de acuerdo, otros muchos equivocadamente me condenaréis políticamente, y el resto me apalearéis por la espalda: pero voy a intentarlo, aunque me quede por el camino.
Resulta que el hermano del Presidente Pedro Sánchez, David Sánchez Pérez-Castejón, conocido por su nombre artístico como David Azagra, es director de orquesta. En los últimos días se han encendido las redes con la noticia de que David ha dirigido artísticamente una ópera en Badajoz. Y dirás “hombre, ¿y qué pasa por que dirija una ópera?” No pasaría nada, si no fuese porque algunos medios han decidido echar leña al fuego. Noticias que hablan de que David Azagra “se lleva”, o que la Diputación de Badajoz “le da” 133.000€ para una ópera.
Voy a repetir un mantra en esta columna para que quede claro: me parece mal que se nombren cargos solo por ser familiares o amigos del Presidente del Gobierno. Pero, ¿esto ha ocurrido así? Los periódicos no denuncian su actividad como director, denuncian el presupuesto dedicado a una ópera que dirige el hermano de Pedro Sánchez.
Repito: me parece mal que se nombren cargos solo por ser familiares o amigos del Presidente del Gobierno. Pero no nos dejemos engañar, él no se ha llevado 133.000€; es el presupuesto para una creación operística que da trabajo a más de un centenar de artistas y a trabajadores periféricos (iluminación, publicidad, transporte) que son necesarios para la propia actuación. Una cantidad con la que, por cierto, instituciones como el Real o el Liceu no tendrían ni para empezar a ensayar.
Me parece mal que se nombren cargos solo por ser familiares o amigos del Presidente del Gobierno. Pero qué es lo que estamos criticando, ¿que se destine dinero público para fines culturales? Ojalá todas las diputaciones españolas inyectasen 130.000€ para óperas, cursos, festivales o lo que bien pudiese hacer cada provincia. No es dinero para una persona, es dinero para cientos de personas, y es simiente para el desarrollo cultural.
Me parece mal que se nombren cargos solo por ser familiares o amigos del Presidente del Gobierno. No conozco a David Azagra. Y seguramente, la cantidad de críticos musicales que le han salido en redes sociales, tampoco. Solo cuando veamos dirigir a David, y solo si descubrimos que su calidad artística es baja, entonces todos podremos decir en coro: «Nos parece mal que se nombren cargos solo por ser familiares o amigos del Presidente del Gobierno, como se hizo con David Azagra«.
De momento, con no tirar abajo los pocos apoyos públicos que existen para la cultura en nuestro país, tenemos bastante.